Son instrumentos financieros de depósito que generan intereses por un plazo determinado. Estos depósitos son legalizados mediante la emisión de una confirmación al cliente, en la cual se detallan claramente los términos y condiciones del mismo. Los depósitos a plazo no son negociables y generalmente son pactados a plazos de 180 días, un año o más. Los intereses también pueden ser pagados a plazos durante la vigencia del certificado, este pago se acuerda previamente con el cliente. El depósito a plazo puede ser cancelado anticipadamente, pero la cancelación está sujeta a una penalidad sobre los intereses.